Nunca le dije
"vuelve", aunque siempre quise que se quedase conmigo. Y ese fue uno
de los grandes errores de mi vida, y los días llovieron y me terminé olvidando
de aquello. El tiempo pasó, y creo que tienen razón cuando dicen que lo cura
todo. Pero, en el fondo, tengo la sensación de que no ha curado una puta
mierda, porque sigo siendo esa necesidad, tan animal, de que alguien quiera
quedarse, para siempre, conmigo.
O a mi lado, para morir o para matar: para enamorarse. Qué sabré yo. Podemos
escapar,pero no para siempre, y eso ya deberíais saberlo. Que podemos
huir, pero no lo suficientemente lejos. Al final volvemos, o no encuentra de nuevo.
La vida, digo. Y que cerrar los ojos sirve, pero hasta cuándo. Y se me están
agotando, ya no sé si las esperanzas o las salidas de emergencia, o quizá
ambas. Y cada vez me quedo más quieta cuando intento, o al menos quiero,
cambiar las cosas. Me estoy ahogando en este cubata, pero me voy a servir otro,
es la única forma que tengo de lamerme las heridas. Y, eso, que voy a quedarme
dormida otra noche más al lado del teléfono, por si llamas o por si tengo la,
ya innecesaria, necesidad de decirte que tú has sido la última persona que me
ha roto sin que eso me importase. La última persona que lo jodía todo mientras
conseguía hacerme sonreír. La última persona tóxica de mi vida, vamos. Voy a
encenderme otro cigarro para satisfacer esta necesidad de que me contaminen. Y
a ver cuándo, y ojalá sea pronto, alguien me enseña que enamorarse no es una
forma de morir. Cruzo los dedos y las calles con el semáforo en rojo, y eso es
todo lo que espero de la vida.
Hermosa cancion, y con una letra que dice mucho.
ResponderEliminarSaludos.