jueves, 13 de junio de 2013

Gracias!


Me has llegado a los ojos centrándote en mis palabras, y tu atención ha vuelto a requerirme. Has querido hacerme reír como quien respira para mantenerse con vida, y lo has conseguido tantas veces como lo has intentado. Mi sonrisa es tuya. Ha sido así desde que me diste dos besos y me dijiste tu nombre.

Me adivinas sin pensarlo y eso siempre ha tenido un cierto toque de magia, pero de magia no voy a hablar cuando has sabido mantenerme a flote a pesar de mí. Has luchado tantas veces en mi contra para salvarme, que cualquier cosa que pueda devolverte será demasiado poco.

No sé si aún me quieres de la misma forma. Yo aún te quiero. Te quiero a mi manera; esa manera que nunca terminaste de entender, pero que aceptaste y recibiste con los brazos abiertos. Te quiero, porque me has enseñado otro significado para esas dos palabras que supera por mucho todo lo que había conocido hasta entonces. Te quiero, porque me has querido cuando ni siquiera yo me quería.

Quiero darte la gracias por enseñarme a conocerme mejor, aunque nunca me leas y casi nunca te escriba, aquí está mi brevísimo agradecimiento, por si algún día de estos te acuerdas de mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.